domingo, 24 de mayo de 2015

Diferencias entre el Greco y Fernando Botero

Resulta necesario conocer un poco acerca de quienes fueron estos dos, que hacían y como lo hacían, partiendo de eso se podrán establecer diferencias que tenían, para hacer este análisis hay que tener muy en cuenta que hay que partir aceptando que ambos son dos artistas plásticos muy distintos tanto en la época de existencia, como en la forma o visión con la cual ellos transmiten sus visiones de la realidad, como ellos abortan diferentes temas sociales y religiosos, todo esto en algún momento giro alrededor de la mitología clásica y en torno a las creencias devotas las cuales hacen interpretaciones visuales de las diversas representaciones tanto reales como distorsionadas, estos buscan incidir en la importancia de los paralelismos tematologicos en la investigación interdisciplinar  del arte, literatura y traducción (la interpretación de las diferentes expresiones artísticas) para de esta forma participar en diferentes estudios los cuales buscan describir el mensaje que conlleva cada representación de arte.


Diferencias existentes entre Fernando Botero y El Greco

Fernando Botero
El rasgo más peculiar de su personalidad creadora, que hace fácilmente reconocibles sus cuadros, es su particular concepción y expresión de los volúmenes: hace que las figuras protagonistas de sus lienzos sufran un agrandamiento que resulta desmesurado para el reducido espacio pictórico en que se las hace habitar. La imagen deformada que lleva su pintura al terreno de lo grotesco es el componente de humor crítico que expresan sus lienzos. Conjugando gigantismo y humor, sus monstruos sobrealimentados, de vientres hinchados y actitudes rígidas, son una crítica sarcástica a la sociedad actual. Por otra parte, esta pintura de lo feo se combina con un gran virtuosismo técnico, percibiéndose en el trasfondo de sus obras la pintura de Velázquez y de Goya.

Pintor, dibujante y escultor colombiano, en el que la monumentalidad, el humor, la ironía y la ingenuidad se combinan con un admirable dominio del oficio y gran talento. Las obras de su autoría llevan impreso un original estilo figurativo neo renacentista contemporáneo, denominado por algunos como "Boterismo", el cual le da una identidad inconfundible y conmovedora a las mismas, y se caracterizan por la interpretación que da el artista a diversas temáticas universales. (el ser humano, la mujer, el hombre, sus sentimientos, pasiones, dolores, creencias, vicios, costumbres, su cotidianidad, sus relaciones interpersonales, mitos, leyendas, manifestaciones culturales, así como dramas, acontecimientos y personajes históricos, sociales y políticos, hitos del arte, hasta objetos, animales, paisajes y la naturaleza en general).

El Greco
Su visión personal se asentaba en su profunda espiritualidad, de hecho, sus lienzos evidencian una atmósfera mística. El Greco gozó de una excelente posición en Toledo, donde recibió a miembros de la nobleza y de la elite intelectual, como los poetas Luis de Góngora y Fray Hortensio Félix de Paravicino, cuyos retratos pintó. Pintó también algunos cuadros de la ciudad de Toledo, temas de la mitología clásica y del Viejo Testamento, como el de la obra inacabada que muestra la escena apocalíptica de El quinto sello del Apocalipsis (1608), atestiguan la erudición humanista de El Greco y cuán brillante e innovador era el enfoque que daba a los temas tradicionales


El Greco no tenía astigmatismo, dado que si veía las cosas (TODAS) con forma alargada, él vería que estaba pintándolas así pero en realidad las pintaría como son, ya que no tendría la intención de alargar los objetos, él los vería alargados porque sufre (hipotéticamente) de astigmatismo. En libros recientes, y hasta en una enciclopedia de 1928 y un libro especializado en el Greco de 1956.

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